Exposición « En Benin, la energía del vudú » / Impresiones a la venta
© Sébastien Roux / Todos los derechos incluidos
De nuevo, todo comenzó con una oportunidad. La de sumergirme durante tres semanas en Benin, un país del África occidental situado entre Togo y Nigeria. Descubrí el vudú, lejos de los clichés habituales. Un año después, mis fotografías se exhiben en la mediateca de François Mitterrand en Digne les Bains hasta el 25 de enero.
Benin, la cuna del vudú. Aparecido en el reino de Dahomey (actualmente Togo y Benin) en el siglo XVII, el vudú es una compleja y misteriosa creencia animista en la que lo visible (el mundo de los humanos) se mezcla con lo invisible (el mundo de los espíritus y las deidades). Históricamente, el vudú se extendió durante el comercio de esclavos en Brasil, Haití, las Indias Occidentales y hasta en Luisiana. Hoy en día, se estima que 200 millones de personas practican el vudú en todo el mundo.
10 de enero 2019, día nacional de culto en Benin. Voy a Grand-Popo, en la frontera con Togo, para asistir a las ceremonias vudú en la playa entre el río Mono y el Golfo de Guinea. Un día intenso en el que capturo este fervor popular fotografiando seguidores cubiertos de pasta amarilla en estado de trance. Aprendo sobre la existencia del zangbeto, este "guardián de la noche" con una estructura de paja que nunca deja de girar.
12 de enero 2019, en dirección a Porto-Novo. Dos días después, asisto a un desfile que celebra la riqueza de estas tradiciones africanas en la capital del país. Me cautivan los ojos de los niños y los trajes tradicionales con sus muchos símbolos. En esta atmósfera, las canciones y la música son omnipresentes. Presente en la procesión, el engungun simboliza el espíritu de un muerto que ha vuelto al mundo de los vivos.
